sábado, 7 de abril de 2012

Soy de ese tipo de personas que le gusta poner la tele al máximo volumen, que le gusta vivir las cosas hasta el último segundo,hasta que mi reloj dice basta. Una persona Que no le dice que no a algo que quiere hacer, que le gusta ser feliz, que si llora, tiene demasiados motivos para hacerlo y es por que lleva suficiente tiempo sonriendo como para permitirse el lujo de llorar por algo de gran importancia. Ese tipo de personas que se levanta sin ganas de ir al instituto y cuando entra por la puerta y ve ese par de sonrisas se le mueve algo dentro, sonríe, y afronta el día con esa sonrisa sin borrarla de la cara.Pero cuidado, con esto no quiero decir que no tenga días grises, que los tengo, y muchos.. como cualquier persona, supongo.
Ese tipo de días en los que el cielo está demasiado nublado como para sacar las sonrisas que hacen falta de cualquier lado para apartar esas nubes...ese tipo de días en los que te ries sin ganas, es un "jajaja" pero más de " jejeje" nosé si me entendeis...
Pero de repente llega el, y cuando estamos juntos, hace que el volumen de la tele sea mi última preocupación, y que el único sonido que me importe sea el de su respiración, el de corazón con corazón.. el sonido de sus labios contra los mios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario