sábado, 31 de marzo de 2012

Rolling in the deep.


He aprendido que el pintalabios rojo no se quita de las camisas blancas, que no hay monstruos en el armario, que a la salida de los colegios no hay tíos que venden droga, que tumbarse mirando el techo es una de las mejores cosas que puedes hacer, que los ojos marrones también son bonitos, que la mayoría de las rubias no son rubias, que los tacones en una fiesta a las cuatro de la mañana ya no están en los pies, que no existen los amores de película, que no eres fan de alguien por conocer dos canciones de su grupo, que la mayoría de las personas se transforman cuando ven jugar a su equipo, que por llevar una gorra de lado no eres raper, que muchas de las personas de internet son mejores que las de la realidad, que en esta sociedad o pisas o te pisan, que está mejor visto matar toros a pintar tu nombre en una pared, que la mayoría de árbitros se equivocan, que NADIE es perfecto, que no hay genios que te conceden deseos, y que, ni para ti yo, ni para mí tú.

viernes, 16 de marzo de 2012

domingo, 11 de marzo de 2012

Tengo ganas de ti.

Basta. Estoy fuera. De los recuerdos. Del pasado. Pero también estoy perdido. Antes o después las cosas que has dejado atrás te alcanzan. Y las cosas más estúpidas, cuando estás enamorado, las recuerdas como las más bonitas. Porque su simplicidad no tiene comparación. Y me dan ganas de gritar. En este silencio que hace daño. Basta. Déjame. Ponlo de nuevo todo en su sitio. Así. Cierra. Doble vuelta de llave. En el fondo del corazón, allí, en aquella esquina. En aquel jardín. Algunas flores, un poco de sombra y después dolor. Ponlos allí, bien escondidos, te lo ruego, donde no duelan, donde nadie pueda verlos. Donde tú no los puedas ver.